Este es un post cortito ya que no tiene ningún misterio, además, con todo lo que hemos ido explicando es tan deducible que casi es reiterar lo sabido, pero a pesar de todo, vamos a ello.
Algunas piezas nos pueden llegar con un sobre de mármol que muchas veces está manchado, rayado...eso si llega entero, jaja!
El pulido del mármol ahora se realiza con pulidoras eléctricas a no ser que solicites expresamente que lo hagan a mano y eso, si lo hacen, cuesta un dinero.
El resultado final es distinto según el proceso que sigamos, a mi particularmente me gusta mucho más a mano, pero como sabéis todo son gustos.
- polvo de piedra pómez.
- ácido oxálico.
- un bote para la mezcla.
- muñequilla de algodón húmeda o un trapo viejo de algodón.
- un trapo viejo de lana o resto de jersey.
- esponjas húmeda.
- cera incolora.
Repartimos un poco de polvo de piedra pómez por el mármol y lo frotamos con una muñequilla ligeramente húmeda por toda la superficie.
Al frotar el polvo sobre la superficie estamos puliéndola y a la vez sacamos la suciedad que hay. Una vez bien frotada la superficie, retiramos el polvo con una esponja humeda o similar.
Prepararemos una solución de 3/4 de agua y 1/4 de ácido oxálico y la extenderemos con ayuda de una esponja por la superficie del mármol.
La dejaremos actuar unos minutos para que la acción corrosiva del ácido se "coma" la parte más superficial del mármol.
Enseguida aclararemos la superficie con otra esponja y agua para parar el proceso corrosivo.
Secamos con un paño de algodón y le aplicamos cera incolora con un paño de lana suave hasta que consigamos el brillo que nos guste.
Veréis que el brillo del pulido es muy natural y os encantará, así que animaos a intentarlo aunque cueste un poco de esfuerzo "darle al puño":)
Como siempre os invito a comentar cómo os sale.
Un beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario